---Historias para no tumbar---
Mi viejo dainese ciñe mi cuerpo, el sonido del cuero se hace sordo en un garaje de terror, rompo el silencio y la oscuridad con el starter. Una vez, dos y arranca con sus 21 añitos. El bramido se hace eco en el subterraneo mientras afino la manivela del aire, espero que su voz se aclare y salgo a montar.
¿Sera el ultimo domingo de sol y temperatura perfecta? me pregunto.
Esta carretera es idonea, el tramo de la M-123 hasta El Casar es ideal para ir calentando gomas poco a poco y desperezarse, despues intercepto la N-320 que me deleita con su bajada de chicanes a la altura de El Coto, curvas rápidas sin molestias hasta los rectilíneos tramos que me llevaran hasta Torrelaguna.
Decido no parar allí, mi destino es Miraflores de la Sierra, me cruzo con moteros más madrugadores de toda clase y condición que no me permiten tener las dos manos sobre los manillares, hasta que me parece que uno me hace una señal que interpreto precavido.
En el cruce con la Autovía de Burgos se me atraviesa un hombrecillo de verde, por desgracia no es un extraterrestre, me han dado ganas de increparle porque me ha visto, le he visto y no era necesario darme el alto que me ha dado, yo iba despacio detrás de un turismo, ha saltado echandose literalmente encima y como digo, no era necesario, me ha obligado a frenar bruscamente y echarme a la derecha donde casi se podían plantar cebollas de la arena que había, me han dado ganas de decirle que de que iba, -Alfonso, muerdete la lengua-.
Me pide el permiso de conducir y la documentación mientras rodea una y otra vez mi motocicleta buscando preparaciones radicales - ojito que este va a entender- me he dicho, y efectivamente; seco, rudo incluso diría que hasta agresivo me ha solicitado la homologación de mi flamante Leo Vince, -creo que eso no lo tengo, compré la moto hace unos meses con el itv pasado y esto es lo que tengo- le explico.
Se la pela, me toca el escape y me dice que lo que llevo es de competición y con esto no paso la itv, le sugiero preocupado que tenga cuidado vaya que se queme, me contesta altivo como un profesor de universidad -los escapes de carbono no queman- que ignorante soy...me explica que mi tubo debería llevar una etiqueta o no se que...yo asintiendo. Comienza a sacar sus papeles para poner la denuncia y de repente......de repente.....
.....iiiiiiigggggggggg!! frenazo en la raqueta! un energúmeno se ha saltado uno de los stop del cruce y otro ha tenido que frenar porque se lo comía. Me he dado cuenta de la situación y he actuado poniendo dramatismo -uy! uy! Diosssss!!- el picoleto se tensa, estira el cuello cual suricato y salta de nuevo al ruedo, levanta el brazo y le toca el silbato insistentemente mientras el hombre, que esta de espaldas ignora los decibelios, esta vez no provenían de mi moto y pone ruedas por polvorosa, -se esta dando la fuga, es un Daewo- le incito y me dice -hoy te libras muchacho- me devuelve la documentación y se mete en el nissan qashqai.
Por un momento pensé que harían ruedas y saldrían a toda velocidad, pero creo que estaban tardado demasiado de hecho he llegado a pensar que volvería hasta mi posición y terminaría por denunciarme, creo que ha hecho amago pero finalmente han pasado el bordillo y me ha dicho -y ya sabes lo del tubo de escape- advirtiendome -gracias agente, no se preocupe- y mientras observaba como se alejaban por la carretera en dirección al delincuente con esas azules luces mariposeando sobre el horizonte serrano he notado que me brotaba una flor entre las nalgas.
Precioso día para tumbar.
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